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02/01/2025Bichos de Campo
La faena cerró 2024 en 13,99 millones de cabezas, con 48,5% de hembras y mucha presión sobre un stock bovino que sigue estancado
La Argentina sacrificó en 2024, para atender su propio consumo en baja y exportaciones de carne que habrían alcanzado un récord, un total de 13.994.116 cabezas de ganado bovino, según el adelanto de las estadísticas de faena que puede obtenerse a partir de la información sobre los movimientos de ganado del Senasa.

Este dato implicaría una caída de casi 4% en relación a la faena de 2023, que había llegado a 14,5 millones de animales. Pero más allá de esto, se trata del segundo año de una producción elevada por parte de la industria frigorífica, que sigue metiendo presión sobre un stock de vacunos que no crece y por el contrario se achica.

Según los registros sanitarios, al matadero fueron en el año que acaba de concluir 13,99 millones de bovinos, de los cuales 2,79 millones fueron vacas y 3,73 millones fueron vaquillonas. Adicionalmente el Senasa contabilizo la faena de 241 mil terneras. Entre todas esas categorías suman 6,76 millones de hembras. Es decir que casi 48,5% de la faena correspondió a esos segmentos claves para mantener la salud del stock ganadero.

Para muchos analistas, eso ya implica un indicador que coloca a la Argentina en una fase cercana a la liquidación de vientres. Quiere decir que se matan demasiadas posibles madres, sacrificando la posibilidad de producir a futuro un mayor número de terneros.

“Estamos en el mismo nivel de faena de 2006, cuando comenzaron las intervenciones del kirchnerismo en el mercado de la carne, pero con varios millones menos de cabezas en el stock”, alertó en base a esas cifras un conocedor del negocio de la carne, que por lo menos consideró que es falso que haya una fase de retención ganadera, como indican los analistas más cercanos al gobierno libertario.

En rigor, según los datos históricos de la Secretaría de Agricultura, en 2006 -antes de que Néstor Kirchner y Guillermo Moreno comenzaran a bloquear las exportaciones- hubo una faena de 13.415.160 bovinos, pero el stock se encontraba por sobre 58 millones de cabezas. Ahora la cantidad de bovinos disponible en la Argentina es bastante menos, de entre 52 y 53 millones, y la faena a crecido en medio millón de animales.
De hecho, en diciembre pasado, cuando se faenaron 1.231.537 cabezas en total, hubo 389 mil que eran hembras jóvenes. Es decir casi 32% del total, cuando en el periodo enero/noviembre la participación de las vaquillonas había sido de 28,39%.

El único beneficio que concedió este año al sector agropecuario el presidente Milei, se redujo a 0% las retenciones que pagan justamente la carne de todas las categorías de vacas, mientras que el resto de los cortes bovinos tributan un 6,75%. Esta diferencia a favor podría incrementar no solo la faena de hembras adultas sino generar desvíos hacia otras categorías a las que se califica como vacas. La imposibilidad de realizar controles eficientes sobre este asunto en los frigoríficos (porque es la primera vez en la historia que las retenciones se fijan en función del sexo del animal) puede ser caldo de cultivo evidente para una adulteración de las categorías de faena.

A partir de haber tomado esa medida, y pese a la inquietud de varios operadores, la Secretaría de Agricultura nunca explicó cómo se realizan controles más rigurosos en las plantas de faena, para evitar este tipo de maniobras.

En este contexto, todos descuentan ya que las exportaciones de carne serán récord en volumen este año, superando por primera vez las 900 mil toneladas res con hueso. El anterior registro había sido de 885.354 toneladas en 2020. Entre enero y noviembre, los datos oficiales daban cuenta del envío de 863.433 toneladas al extranjero, con un crecimiento de casi 12%.

La variable de ajuste era el consumo interno de carne, que se ubicaba en noviembre en 46,88 kilos anuales per cápita, es decir casi 7 kilos por debajo de lo que cada argentino comía en noviembre de 2023. En porcentaje, la caída de la ingesta promedio de carne por parte de los argentinos rondaba el 13% de un año para el otro.
Al cabo del primer año de la gestión de Javier Milei, ya no queda vigente ningún tipo de restricción a la exportación de carne, que en un 70% está orientada hacia China. Ese país absorbe un gigantesco volumen de carne que se basa sobre todo en la faena de hembras, porque los envíos se cubren con vaca de descarte aunque es obvio que los frigoríficos avanzan también peligrosamente en la faena de otras categorías. Por ejemplo el Rosgan, mercado ganadero de Rosario, viene advirtiendo en sus informes sobre un peligroso incremento en la faena de vaquillonas.

 

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